Por Diego Domínguez

«Para que no se pueda abusar del poder es necesario que, por la disposición de las cosas, el poder detenga al poder.»- Montesquieu

México se encuentra en la antesala de las elecciones más grandes en la historia. Mientras que el resultado presidencial parece predecible, la composición del próximo Congreso de la Unión aún permanece en incertidumbre, y con ello, el rumbo del país.

¿Qué está en juego?

En un escenario alarmante, se perfila una mayoría abrumadora de Morena, lo que podría traducirse en la materialización de las propuestas del ejecutivo federal. Bajo este panorama, los jueces y juezas se elegirían por votación popular, habría más ministras y ministros ostentando la ya famosa figura de ministro «del pueblo», y las instituciones autónomas pasarían a manos del gobierno. En este contexto, la transparencia dejaría de ser objetivamente transparente, y la competencia y libre concurrencia en los mercados dejarían de estar garantizadas. Los nombramientos de magistraturas, consejerías, comisionados, juezas, jueces seguirían secuestrados por una mayoría fluctuante en sus decisiones.

Por otra parte, en un escenario de pesos y contrapesos se vislumbra un espacio amplio de debate que, como señala Diego Valadés, es esencial para evitar la concentración de poder y garantizar que las decisiones legislativas se tomen considerando las diversas perspectivas de la sociedad, en consonancia con los principios democráticos y el Estado de derecho.

El Congreso de la Ciudad de México se ha convertido en un microcosmos que refleja la importancia de los contrapesos en nuestra democracia. Basta recordar que, durante el proceso de ratificación de la Fiscal de la Ciudad de México, la diversidad de opiniones en la legislatura permitió un debate exhaustivo y una revisión detallada del desempeño de la funcionaria. El resultado final sorprendió a muchos: la no ratificación de la fiscal. Este episodio resalta la relevancia de mantener voces disidentes y mecanismos de control para evitar abusos de poder y asegurar la rendición de cuentas.

Las lecciones de la historia nos recuerdan que el equilibrio de poderes es el corazón mismo de una democracia sólida. América Latina ofrece lecciones palpables sobre los peligros en la concentración del poder. En países donde el poder se ha centralizado en el ejecutivo o en un solo partido político, la democracia ha enfrentado graves amenazas, esto ha resultado en la erosión de las instituciones democráticas y la vulneración de los derechos de los ciudadanos.

El próximo 2 de junio de 2024, los mexicanos estarán llamados a tomar decisiones cruciales en las urnas. Será un momento para reflexionar sobre el equilibrio de poderes y la importancia de mantener contrapesos efectivos en nuestra democracia. La sombra de una mayoría arrolladora nos recuerda que, como sociedad, debemos estar vigilantes y comprometidos con la preservación de nuestra Constitución y el resguardo de nuestros valores democráticos. Es aquí donde se encuentra la encrucijada, el electorado tendrá en sus manos el poder de decidir lo que México puede ser o no ser.

Las recientes propuestas de reformas legislativas (18 reformas constitucionales y 2 reformas secundarias) lanzadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, abren paso a un amplio debate, que vuelve a poner de manifiesto su estilo particular de gobernar, ese que parece improvisado, pero no lo es, si no el que pretende consolidar el “Obradorato”.

A primera vista, estas propuestas, parecen atender a demandas sociales largamente postergadas, que es con lo que se queda la mayoría de la ciudadanía; sin embargo, viéndolo desde una posición crítica y seria, más que ser  iniciativas, son estrategias de distracción con objetivos de control político a largo plazo, su perpetuación en el poder, aun dejando el cargo y con un fuerte enfoque mediático que no sirve para resolver los problemas de fondo del país.

Las propuestas realmente preocupan, en lo particular la del Poder Judicial y la que denomina Austeridad Republicana. A continuación, una somera explicación de lo que propone.

1. Reconocimiento de pueblos indígenas y afromexicanos

Aunque es esencial, el reconocimiento como sujetos de derecho público se queda corto si no se acompaña de políticas integrales que ataquen la raíz de la desigualdad. La consulta sobre obras en sus territorios puede convertirse en un simple formalismo si no hay una voluntad real de modificar proyectos gubernamentales basados en intereses económicos mayores.

2. Pensiones y becas

Incrementar las pensiones y otorgar becas son medidas que, si bien necesarias, pueden no ser sostenibles a largo plazo sin una reforma fiscal profunda que asegure su viabilidad financiera. Sin ello, se corre el riesgo de prometer beneficios sin tener la capacidad real de cumplirlos, generando falsas expectativas.

3. Atención médica gratuita y vivienda

La universalización de la atención médica y facilitar la propiedad de vivienda son metas loables, pero requieren de una infraestructura y una inversión que parece no haber sido detalladamente planeada. Sin un marco claro, estas propuestas podrían diluirse en la retórica sin materializarse efectivamente.

4. Prohibiciones y penalizaciones

Las prohibiciones de maltrato animal, fracking, minería a cielo abierto, y el uso de vapeadores y fentanilo, así como la penalización de extorsiones y fraude fiscal, no deben ser vistas como soluciones definitivas. La falta de un enfoque integral que atienda las causas subyacentes de estos problemas podría resultar en medidas poco efectivas y fácilmente eludibles.

5. Reformas Laborales y Educativas

 El aumento al salario mínimo y la reversión de reformas de pensiones (las de Zedillo y Calderón) son propuestas que, aunque populares, no abordan la necesidad de una economía más diversificada y competitiva. Asimismo, garantizar el derecho al trabajo y la educación sin un plan concreto para mejorar la calidad y pertinencia de estos esquivan el desafío real de preparar a la población para un mercado laboral en constante cambio y donde la pirámide poblacional se va ensanchando cada vez hacia arriba.

6. Reformas institucionales

La reducción del tamaño del Congreso de la Unión, la elección directa de jueces y la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional son propuestas que, concentrar el poder y pero sobre todo van en contra de la independencia de poderes, pilares fundamentales de cualquier democracia.

7. Austeridad republicana y eliminación de organismos autónomos

Aunque la austeridad es una virtud en la administración pública, el enfoque en eliminar organismos autónomos puede ser contraproducente. La autonomía de estas entidades es crucial para la vigilancia y el equilibrio de poderes. Su eliminación podría abrir la puerta a la centralización y al abuso de poder.

Mientras que AMLO presenta estas propuestas como soluciones a los problemas de México, la realidad es que son tácticas para distraer, controlar el gobierno futuro y generar cobertura mediática durante el periodo de campañas electorales. Es crucial que el electorado exija un debate más profundo sobre la viabilidad, sostenibilidad y consecuencias a largo plazo de estas políticas, que la oposición realmente actúe responsable y profesionalmente, para asegurar que las necesidades reales del país no sean eclipsadas por promesas populistas y mediáticas.

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El Foro Económico Mundial (FEM), más conocido como el Foro de Davos, es una plataforma internacional que reúne a líderes empresariales, políticos, académicos y otros líderes de la sociedad civil para discutir temas económicos y sociales de relevancia global. El evento anual se lleva a cabo en Davos, Suiza, y es conocido por atraer a algunas de las mentes más influyentes del mundo. Este año ser realizará entre el 15 y 19 de enero bajo el lema: “Reconstruir la confianza”.

La importancia del Foro de Davos radica en varios aspectos:

1. Diálogo entre líderes: El Foro de Davos proporciona una oportunidad única para que líderes de diversos sectores y regiones del mundo se reúnan y dialoguen sobre cuestiones críticas. Este año hay que abordar de manera inmediata la intensificación de la emergencia climática.
2. Agenda global: Los temas discutidos van desde la salud global y la sostenibilidad ambiental hasta la innovación tecnológica y la equidad social. En esta ocasión también resalta que los lideres buscan reforzar los principios de transparencia, coherencia y rendición de cuentas
3. Networking y relaciones empresariales: El evento ofrece una plataforma única para establecer contactos y relaciones comerciales. 
4. Desarrollo de soluciones: A través de sesiones de trabajo y debates, el Foro de Davos busca desarrollar soluciones prácticas para los desafíos globales. Los participantes tienen la oportunidad de contribuir con ideas y compromisos concretos que pueden tener un impacto positivo en la economía global.
5. Visión a largo plazo: El Foro de Davos no se centra solo en cuestiones inmediatas, sino que también aborda desafíos a largo plazo y tendencias emergentes. Esto permite a los participantes anticipar cambios en el entorno empresarial y económico, lo que es crucial para la planificación estratégica.

Este año como temas principales están: la seguridad y la cooperación en un mundo en guerra; un marco económico que garantice el empleo y el crecimiento, dado que las medidas tradicionales aún siguen teniendo a más de la mitad de la población en pobreza; la inteligencia artificial como aliada y por supuesto una estrategia definida y a largo placo sobre energía y clima donde destaca la propuesta de descarbonizar la economía en 2050.  

Pero no se puede reconstruir la confianza, sin que todos estos acuerdos sean capaces de realmente llegar a las personas “de a pie”. Mientras que no se vean resultados reales en el día a día de todas y todos, este foro puede seguir interpretándose como un club de ricos con buenas intenciones. 

En resumen, el Foro de Davos desempeña un papel esencial al proporcionar un espacio para el diálogo global, la colaboración y la formulación de soluciones a los desafíos más apremiantes del mundo. Su influencia se extiende más allá del evento anual, ya que las discusiones y decisiones tomadas en Davos tienen repercusiones significativas en la toma de decisiones a nivel mundial, pero hay que hacer un esfuerzo para que esos acuerdos estén bien encaminados.